Y es que el propio creador de este troyano ha confirmado que Ares no estará centrado sólo en atacar a la banca, sino que cada una de sus copias “puede ser única y puede configurarse en función del comprador”, lo cual multiplica las dificultades para su detección.
Pero los ciberdelincuentes no sólo van a poder utilizar este troyano para infectar equipos, sino que hay todo un kit de desarrollo circulando por el mercado negro del cibercrimen.
Este kit se vende de manera gratuita a “desarrolladores de confianza”, pero puede llegar a costar hasta 6.000 dólares a los ciberdelincuentes extraños. Si los cibercriminales no disponen de tanto presupuesto también pueden adquirir un “paquete de inicio”, con funciones reducidas, por 850 dólares.
Fuente: The Inquirer
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