El principal promotor es el Consejo de Europa y esta celebración tiene como objetivo principal dar a conocer los derechos en que tenemos los ciudadanos en cuanto a la protección de nuestros datos y la privacidad.
El primer año que se celebró fue el 2006, el 28 de enero. Y a partir de ese momento, todos los años, en el mismo día, se ha celebrado. El hito que marcó el inicio de esta celebración fue la firma del Convenio 108 del Consejo de Europa para la protección de personas con respecto al tratamiento automatizado de datos de carácter personal.
La Agencia de Protección de Datos insiste sobre los derechos en materia de protección de datos y privacidad entre los ciudadanos, explica cómo debe hacerse uso de la información personal y anima a que se sigan las prácticas respetuosas con los derechos de los ciudadanos.
Y es que esta es una materia a tener muy en cuenta. Desde hace aproximadamente tres años estamos viendo que las principales catástrofes en materia de seguridad se producen por filtraciones no autorizadas de información confidencial hacia fuera de organismos o empresas. En ocasiones, la reputación de esas corporaciones se ve en entredicho; pero además existe todo un marco legal asociado y una serie de consecuencias a terceros que pueden ocasionar que la empresa que tiene dicha brecha se vaya a la ruina.
Estamos siempre atentos a “qué es lo que pasa en Internet” y lo que se aprecia de forma cada vez más notoria, es que los robos de información confidencial o la fuga de información privada de forma intencionada o por accidente están afectando y mucho a clientes de todo tipo.
En el pasado, aproximadamente hace unos 4 ó 5 años, los principales casos de pérdida de datos confidenciales se producía en grandes empresas, multinacionales conocidas y/o corporaciones que se sabía poseían información privada valiosa y crítica. Pero ahora, ya cualquier empresa, independientemente de su tamaño e importancia puede sufrir este problema que le puede ocasionar graves problemas, no solo legales, sino también de caída del negocio.
Sin necesidad de alterar la arquitectura de red, las empresas han conseguido tener bajo control su información confidencial. La forma de identificarla es también muy flexible, ya que se nos permite poder marcar los documentos confidenciales con “huellas” para tenerlos controlados, identificar datos mediante patrones, utilización de palabras clave o características específicas de ficheros que los convierten en privados.
Nuestra empresa tiene un compromiso de “base” con la protección de datos. La privacidad es cuestión de todos.


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