Los dispositivos conectados son vulnerables porque no reciben las actualizaciones correspondientes, que permiten poner solución a vulnerabilidades, ni cuentan con la protección de contraseñas robustas. “Los usuarios de a pie no solemos preocuparnos por la seguridad de nuestros dispositivos conectados a Internet”.
La falta de conocimiento por parte de los usuarios juega un papel importante, pero en ocasiones falla también el sentido común, porque “consideramos que es algo que a nosotros no nos sucederá, ¿quién nos va a atacar si nosotros no somos importantes?”. Pero para un cibercriminal lo somos, al igual que para un criminal del mundo real.